sábado, 14 de septiembre de 2013

Parque Nacional Glacier (Parte II)

Hoy nos fuimos a caminar por la mañana y por la tarde. Después del desayuno nos fuimos hasta la zona del lago "Saint Mary" para buscar el sendero que nos llevara a las dos cataratas  próximas:  "Saint Mary Falls" y "Virginia Falls". Para llegar hasta las más distante, Virginia Falls, tardamos como una hora de marcha todo a través de un camino en medio del bosque. Sacamos fotos en los dos saltos y nos quedamos haciendo fiaca en los piletones de la ultima aprovechando el esplendido día que nos acompaña por segunda jornada consecutiva. En el camino hay constantes letreros que alertan de la presencia de oso pero, lamentablemente -o por suerte-, no nos hemos topado con ninguno de forma cercana. Si hemos visto ayer uno en la ladera de la montaña y otro en las Smoky Mountains desde el auto, pero cara a cara como para sacarle una foto aun no... Lo que abundan a rolete en los bosques son las ardillas. Realmente son muy simpáticos estos bichitos. Eden se desvive por alimentarlas... Fede por asustarlas con su palo.
Luego de regresar al camper, ya pasado el mediodía y con hambre después de dos horas de marcha, preparamos el almuerzo en el pic-nic y nos fuimos para el lado del Parque llamado "Many Glaciers". Para llegar hasta acá hay que abandonar el parque y volver a entrar ya que no hay ruta directa que interconecte ambos sectores.  Mientras preparábamos las cosas para partir, se nos acerco un alemán radicado en USA hace treinta años y conversamos un largo rato con el. Muy amigable y agradable  resultó ser Don Ronald.
Cargamos combustibles en la localidad de Saint Mary, fuera de los limites del parque, e ingresamos nuevamente cerca de las 5 de la tarde. Nos detuvimos en la zona del lago "...." para hacer otro sendero de 2 1/2 millas que pega la vuelta al mismo lago y te lleva hasta el pie del hotel "Many Glaciers". En el camino pudimos ver bien de cerquita dos animales que estaban alimentandose en el lago. Desconocemos aun su nombre exacto... son una especie de alce o reno, pero de cara mas fea. Era una madre con una cria que comian del fondo del lago alguna planta.
El hotel, enclavado a orillas del lago y construido al mas fiel estilo alpino, tiene un lobby muy acogedor que invita a quedarse tomando una cerveza pegado a los ventanales mirando el espejo de agua y las laderas de las montañas. Entramos para conocerlo y nos entretuvimos un rato mirando las fotos de los glaciares en retroceso que, muy gráficamente, se puede apreciar al comparar dos fotografias sacadas en los años '10 o '20 contra las actuales. Ya casi no queda nada de los glaciares de antaños y lo que hoy se puede apreciar es lo que en argentina denominaríamos "un manchon de nieve".
En este punto debería hacer una aclaración obligatoria respecto del Parque Glacier. Cuando entramos al parque imaginábamos ver glaciares al estilo del Parque Nacional "Los Glaciares" de Santa Cruz, Patagonia Argentina. O por lo menos así me lo imaginaba yo que ya los conocía de mis años en El Chalten... Este Parque, el de USA es HERMOSO lo mires por donde lo mires. Esto es una realidad innegable. Pero si de glaciares hablamos, se queda bastante flaco...
Cualquiera que haya visto el Viedma, el Upsala, el Spegazzini, el Ameghino, ni que hablar del Perito Moreno consideraría casi un insulto el denominar "glaciar" a los poco metros cuadrados de hielo que aun quedan colgados de los nichos en donde la sombra aun les permite subsistir.
Mas allá de esta acotación que, nobleza obliga, quien ha visto unos cuantos de estos estos monstruos de hielo consideró pertinente hacer, el Parque Glacief es el mas bello de los que hemos visitado hasta ahora, por lo menos en lo que respecta a la geografía.
Por la noche fuimos a dormir al Camping del lugar ya que fuimos invitados por Jim y Linda a su parcela. Conocimos a Jim y Linda por la tarde cuando nos acercamos hasta su motorhome estacionado en un lugar increíble a la orilla del lago y les preguntamos si se iban a quedar ahí o si, en su defecto, conocían algún lugar donde poder dormir gratis. Dormimos muy plácidamente estacionados a su lado en un camping lleno a tope de motorhomes, carpas y campers. No nos pudimos despedir por la mañana ya que ellos, muy consideradamente, no se atrevieron a saludarnos al creer que aun dormíamos. El destino nos volvió a cruzar en el sendero que hicimos ese mismo día por la mañana, camino a "Iceberg Lake". Conversamos ahi un rato largo y nos invitaron a visitar su casa en Nueva York y a visitar a su hija que vive en San Francisco.











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