miércoles, 18 de septiembre de 2013

Parque Nacional Glacier (Parte I)

El enclave mas hermoso y apreciado de Montana es el Parque "Glacier". Lleva su nombre por los glaciares que tiene, pero los mismo se están fundiendo muy deprisa debido al calentamiento global. El terreno alpino, solitario y escarpado esta plagado de exuberantes valles, lagos cristalinos y cascadas. Con mucha fauna salvaje como osos grizzlys, osos negros, perros de las praderas y cabras montesas... algunos para ver de cerca y otros con prismáticos.
El Parque siguen inenturrumpidamente hacia el Norte, adentrándose en el Canada y cambiando su nombre por el de "Waterton". Su nombre completo es "Waterton-Glacier International Peace Park". En 1995 fue declarado patrimonio de la Humanidad por su fauna y su flora.
El martes después del mediodía entramos en el Parque, almorzamos en una de las habituales áreas de picnic y, ya siendo las cinco de la tarde aprovechamos lo que quedaba de la luz del día para hacer una caminata de 4 millas, de ida y vuelta, hasta el lago "Avalanche" a través de la denominada "Avalanche Trail". El sendero transcurrió en medio de un frondoso bosque de pinos y bordeando el arroyo del mismo nombre. Llegamos a la orilla del lago, sacamos fotos y regresamos ya con las últimos minutos de luz solar. En el camino de regreso, ya siendo tarde para empezar una caminata, nos encontramos con el dueño de la panadería "La Catalana", de Villa Crespo,  que con su familia iniciaba la marcha hacia el lago... mundo chico. En el camino de ida, ya casi llegando al lago, pudimos ver un oso a lo lejos. Una chica nos alertó de su presencia pero no llegamos a sacarle foto a este tampoco... ya van dos que se nos escapan.
De regreso, ya preparándonos para cenar, se nos acercan una muchacha y un muchachos de Eslovaquia a conversar, preguntándonos donde íbamos a pasar la noche. Conversamos un rato largo, intercambiamos información ya que ellos venían de hacer los Parques Nacionales de Canada, destino próximo nuestro, y nos regalaron todos los folletos que tenían. Increíble lo que puede hacer el ingles... comunicar a gente de países tan lejanos y distintos. Valga nuestro reto a Don Sergio y a Don Eduardo... nos hubiese venido mejor 15 años de escuela inglesa. No es para darnos lustre, pero reconocemos haber hecho progresos mas que interesantes en este ultimo mes, donde hablar ingles es ya una necesidad imposible de esquivar. Miami era otro mundo y se acabó apenas pasamos el limite de Georgia. En los Parques Nacionales nos encontramos con gente de todo el mundo y de todos los Estados de USA. Ni por la matricula del camper se dan cuenta que somos argentos... menos aun cuando estamos en las caminatas.... Los yanquees son bastante simpáticos y se nos acercan a hablar frecuentemente, a veces lo hacen directamente a los chicos haciéndoles alguna broma o comentario respecto de sus energías en las caminatas.
De noche cenamos en el picnic que esta al pie del sendero y desandamos unos kilómetros hasta el Hotel del Lago McDonald para pasar la noche en el estacionamiento.
El miércoles, después de desayunar, hicimos un par de kilometros por la espectacular  ruta del "Going to the Sun", principal arteria del Parque que bordea unos increíbles valles y esta enclavada en la ladera de la montaña cual si la hubiesen construido con un cuchillo.
Llegamos ya siendo mediodía al parking del visitor center de "Logan Pass", recontra-lleno de autos y donde tuvimos que dar unas cuantas vueltas para poder estacionar. Almorzamos unos sanguchitos y, ya siendo las 14, encaramos la subida hacia el "Hidden Lake". En realidad fue una subida y una bajada... hay que hacer 1 milla y media hasta el punto panorámico, en subida, y después otra milla y media de bajada abrupta hasta la orilla del lago, la cual se disfruta pero, a la vez, se sufre pensando que después hay que volver a subirla. Llegamos a la orilla del lago y nos quedamos como una hora, tomando sol, haciendo sapito con las piedritas planas que abundan en la orilla y nos dimos un remojón en el agua a puro calzoncillo ya que no habíamos llevado mallas. El lago es un espejo cristalino rodeado de acantilados y bosques de pinos, bien al estilo alpino. El día se presento de formas espectacular, sin una sola nube desde que amaneció hasta que se puso el sol. La caminata nos demando casi tres horas de marcha continua. Volvimos ya siendo las 6:30 al parking. En el camino de regreso pudimos ver dos cabras montesas a escasos metros, madre e hijo mamando. Muy hermoso... También vimos un bicho grandote que no supimos catalogar pero que alguien que lo estaba fotografiando denominó como "marmota".
Si uno quisiese avistar más fauna salvaje solo tiene que venirse munido de unos prismáticos y un poco de paciencia. Si se quiere llevar recuerdos puede optar por una cámara con zoom. Acà vimos de todo... gente con equipos del estilo de los fotógrafos de las canchas de futbol, recontra profesionales pero usados por "civiles" bien aficionados. Solo el lente debe costar una pequeña fortuna. Los chinos (si, chinos, no japoneses....) se viene con toda la cibernetica posible. Van en grupos de a varios y cada uno lleva una cámara que bien uno quisiera poseer, aunque fuese la mitad de buena...
Ya tarde para la merienda, fuimos hasta la zona de "Rising Sun", donde cocinamos la carne que habíamos comprado en Whitefish. Dormimos en el estacionamiento del hotel del lugar.

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