Los Meresman en la Ruta: mayo 2013

Llegar a la Guyana fue en si mismo todo una odisea... el trayecto desde la ciudad de Amapá (donde recibimos el camper que habíamos embarcado en Belem) hasta la frontera de Oiapoque fue de los más duros de todo el viaje. 500km de ruta poco transitada y 200km sin asfalto con agujeros que obligaban a ir a no más de 15km/h... todo esto condimentado con un "piquete" de aborígenes que, faltando solo 80km para llegar, nos dejó varados a nosotros y a todos los que íbamos y veniamos durante más de 4 horas en medio de la selva amazónica. En esta parada conocimos a Dino y Sally, motoqueros australianos en vuelta al mundo, a los que volvimos a cruzar una y otra vez en los dias sucesivos ya que compartimos la ruta por las Guyanas. Luego de levantado el piquete nos tocó tranistar la ruta selvática agujereada en medio de la noche, donde los ingenieros de Toyota fueron invocados por todos... Llegamos a Oiapoque con la bruma de la selva en a mitad de la noche y solo atinamos a buscar un lugar donde dormir y descansar del día de 14 horas...
La ciudad de Oiapoque no deja mucho que desear... legamos a ella esperanzados de que podíamos cruzar a la Guyana Francesa por el puente ya terminado y ahorrarnos los 110 euros que la balsa nos quería cobrar, pero los brasileros no han tenido intensión de habilitar el puente y no nos quedó otra más que pagarle a Luiz lo que nos quiso cobrar.
Barca mediante, entramos a la Guyana Francesa por la ciudad homónima de Oyapoque y nos adentramos en zona Euro...

En la Guyana Francesa visitamos la ciudad capital, Cayenne, y sus alrededores residenciales. Una familia del lugar, enamorados de la Argentina, vio nuestro camper y nos buscó en un super donde comprábamos y nos recibió una tarde en su casa. Conocimos el centro espacial de Kouru, el museo del Espacio donde los chicos jugaron por horas y horas, esperamos todo un día el despegue del Ariane pero, lamentablemente, lo suspendieron por mal tiempo... Fuimos a una reserva de perezosos donde Eden se animó a tener uno en brazos y pasamos una noche en una playa donde tortugas marinas gigantes vienen a desovar por la noche. Visitamos una aldea indígena amerindia (Awala Yalimapo) y conocimos un poblado de inmigrantes laosianos que se afincaron en la Guyana hace unas décadas atrás (Cacao). Hicimos un paseo en la selva y visitamos Saint-Laurent du Maroni y el centro de detención donde Francia mandaba a todos sus presos.

Para cruzar a Surinam tuvimos que embarcar por tercera vez nuestro camper para cruzar el río Maroni y llegar a la ciudad de Albina. Acá la cosa ya se puso más complicada porque caimos un domingo y tuvimos que tramitar un seguro para el vehículo. Ya liberados de la aduana visitamos Paramaribo, la capital, y las ciudades que están en la ruta hacia la frontera con la Guyana.
Surinam es una mezcolanza armoniosa de hindúes, musulmanes y cristianos. Negros, indios, aborígenes, chinos y unos pocos europeos conviven en paz sin mayores complicaciones, con un idioma heredado de los holandeses... el dutch. En Paramaribo conocimos la sinagoga de los antiguos judíos y paseamos un rato por el centro.
Transitar la ruta nos permitió conocer las casa, escuelas, negocios... hablar con la gente, y hacernos entender, fue una experiencia... por suerte todos hablan en inglés ya que el mismo es obligatorio en las primarias.
Ya en la frontera con la Guyana dormimos frente al ejército, donde dos soldados de ascendencia hindú nos dieron agua, electricidad y lugar donde bañarnos... unos capos.

Vuelta a embarcar el camper por cuarta vez... ferry hacia la Guyana. Vuelta a tramitar un seguro para el auto ya que el de Surinam no nos servía... (me cagaron porque me dijeron que sí nos iba a ser de utilidad...).
Guyana ya es distinta a las otros dos países. Población negra predominante. No hay chinos, si unos cuantos hindúes. La ruta que va Georgetown esta bordeada de casas símil templos hindúes y de muchas mezquitas. Mucho animal cruzando el asfalto... cerdos, vacas (cebúes?), gallinas, perros...
Entramos a la capital para comprar el pasaje de nuestra quinta balsa que, gracias a Dios, un tipo nos advirtió que debiamos comprar antes de encarar el trayecto hacia la ciudad de Linden ya que no nos iban a dejar pasar si no teníamos previamente el boleto.
La ruta de Georgetown a Linden nos llevó tres días... 580km de los más duros de todo el viaje. 100 solo de asfalto... el resto tierra con agujeros en distinto grado de transitabilidad. Luego de 10 horas de manejo y solo 270km transitados llegamos a la balsa, cruzamos el río y dormimos al lado de la policía caminera que estaba en la otra orilla. Ya al otro día nos dispusimos a hacer los restantes kilómetros y nos configuramos en llegar a Linden poco después del mediodía... pero un río desbordado por las lluvias de la noche anterior nos frustró los planes y nos obligó a pasar la noche en la ruta en compañía de los aborígenes del lugar y de unos camioneros hindúes que no se animaron a pasar.
De madrugada cruzamos el río ya encauzado y llegamos a Linden... ese día cruzamos 4 aduanas!!!
Salimos de Guyanas, entramos en Brasil, salimos de Brasil y entramos en Venezuela... desde donde escribimos este post en la ciudad de Santa Elena de Uarien donde un amable alemán nos trajo a su posada.