Tanto nos hablaron de su gente y su cordialidad que no lo podíamos compatibilizar con nuestras experiencias anteriores... pero parece que tenían razón y los equivocados éramos nosotros.
La gente se nos acerca constantemente para charlar y preguntarnos de nuestro viaje... las invitaciones a sus casa constantes.
Los pueblitos que visitamos fuero pintorescos, ordenados, limpios... preparados para esperar al turismo.
Colombia empuja para adelante y se lo puede ver en sus constantes mejores de obras viales, sus transportes públicos cuidados y eficientes, sus bibliotecas con libre acceso, libros modernos.
Medellín puso espalda al pasado de violencia y narcotráfico: encontramos una ciudad moderna, limpia y ordenada, con un transporte público que incluye un Metro-cable, un Metro-bus y un colectivo articulado que recorre la ciudad casi por completo, facilitando la vida de sus ciudadanos. Con constantes eventos y actividades para la gente.
Seguiremos recorriéndola y descubriéndola.