Agradecimientos

Muchas personas se nos han acercado en el transcurso de nuestro viaje a conversar, la gran mayoría motivadas por la curiosidad de conocer el vehículo y, algunas de ellas, por el deseo de saber un poco la historia detrás de esas cabezas rubias que asomaban por tierras lejanas. Con muchos hemos conversado largo y tendido, con algunos solo intercambiamos solo unas breves palabras y sería demasiado extenso dar lugar a cada uno de estos intercambios.
Pero sería injusto dejar de mencionar a personas que, por algún motivo u otro, se han ganado su lugar en nuestro corazón.

Judith Babor (Buenos Aires):

Nos restaban antes de partir ubicar y acomodar 25 cajas de pertenencias que no teníamos forma de alojar en ningún lugar. Judith nos abrió (literalmente) las puertas de su baulera para que podamos guardarlas allí y nosotros, de puro caraduras, terminamos poniendo como 50 llenándola por completo y, casi sin poder cerrarla. Ella, de mil amores, contenta por poder ayudar y colaborar "con la causa".
Gracias Judith!!!

Jorge Tarifa y familia (Isla Margarita, Venezuela):

Con Jorge nos conocimos una mañana en la playa "La Caracola" cuando, desinteresadamente, se nos acercó a conversar y nos quedamos un rato largo charlando. Ahi nomás nos invitó a su casa a comer un asado... y a partir de ahi no paró más. Un asado se convirtió en una cena con pizzas, invitaciones a la playa, baño prestado para poder ducharnos, llamadas a Argentina... mimos y cuidados constantes. Jorge siempre se preocupaba por dónde andábamos y cómo estábamos. Siempre un llamadito, o mensajito, tranquilizador.
Junto con Claudia, Ailén, Nico y Carmen nos hicieron sentir parte de su familia durante el más de un mes que pasamos en esa maravillosa isla. A ellos nuestro más sincero agradecimiento y promesa de que, allá o acá, nos volveremos a juntar.

Liliana Diber (Buenos Aires):

Lili es la directora de la escuela de los chicos, "El Galicia". Contrariamente a lo que uno pudiera llegar a pensar respecto de los consejos que una directora de escuela pudiera dar con respecto a un viaje de estas características (que los chicos "pierdan el año"... que cómo van a hacer con los estudios... etc, etc), Lili nos apoyó desde el minuto cero en que se enteró de nuestro proyecto dándonos ánimos constantes y seguridad en nuestros hijos, ya que los conocía y sabía que podían perfectamente enfrentar este desafío. 
Nos dejó las puertas de la escuela abierta, puertas de una escuela que siempre sentimos como parte de nuestra familia y de la que estamos 110% convencidos que fue la mejor opción para nuestros hijos.  Una escuela con la cual nos sentimos comprometidos, orgullosos de ser parte de una cooperadora solidaria y constructora, y con  la convicción de que estamos a favor de la reivindicación de la Escuela Pública, tan desprestigiada por el desconocimiento y la ignorancia, en Argentina y en el resto de América. 
Gracias Lili!!

Orlando Lopez y familia (Venezuela):

Orlando, Selvia, Dorselys, Orlando Jr. y Rafael compartieron con nosotros unos días en el hotel Ramada de Venezuela y, desinteresadamente, nos invitaron a pasear con ellos compartiendo el vehículo que habían alquilado. A su partida nos heredaron una hermosa "heladerita" (o "cava", en versión venezolana) que nos sirve de heladera transitoria en nuestra estadía en el hotel. 

Dino y Sally (Australia):

A Dino y a Sally los conocimos en el "piquete" que una comunidad aborigen hizo en medio de la selva Brasilera, a 50km de la ciudad fronteriza de Oiapoque (frente a la Guyana Francesa). Ellos viajan en una moto por todo el mundo y llevan recorrido gran parte de Asia, Europa, Oceanía y América. Luego de compartir unas involuntaria permanencia en la ruta de unas 6 horas, volvimos a cruzarnos en un par de oportunidades en la ruta que hacíamos en conjunto hasta la Guyana. En la balsa para cruzar el río fronterizo entre el Brasil y la Guyana Francesa, Dino me pasó a mi GPS todos los mapas de América del Sur que me faltaban. Gracias a él pude manejar sin contratiempo alguno por todas las Guyanas, el Surinam, Colombia y Venezuela. Realmente no puedo concebir un viaje como éste si la ayuda de un GPS... me cuesta entender cómo es que se hacía antes... 

Julieta (Argentina) y Thais (Colombia):

A Julieta y a Thais las conocimos en el camping "Casagrande" de las afueras de Santa Marta, Colombia. Julieta trabajaba en el bar del lugar, juntando dinero para continuar su viaje por América con destino a Panamá y los demás países. Thais es una bióloga que estaba en el lugar haciendo prácticas de campo de cuidado de tortugas marinas. Entre las dos entretuvieron durante horas y horas a Eden y Fede, jugando y charlando. Julieta, con paciencia de abuela, dejaba a los chicos atender el bar de la playa y los inició en algunas acrobacias de circo. Thais tomaba mate con Eden el la playa y conversaba (no sabemos de qué...) durante horas por la tardecita. A las dos nuestro agradecimiento por las horas de tranquilidad que nos regalaron!!...

Jim y Linda (New York, USA):

Jim y Linda, desinteresadamente, nos dieron la posibilidad de utilizar y compartir su espacio en uno de los camping pagos del "Glacier National Park". Pudimos de esta forma ahorrarnos unos cuantos dolares innecesarios. También nos ogrecieron visiytarlos en New York, donde viven, y de pasar a visitar a su hija, quién vive en San Francisco.

Mónica (Montana, USA):

Mónica nos albergó en su casa, nos cocinó, nos dio la posibilidad de pasar unos días en Whitefish, Montana. Nos llevó a pasear por los alrededores de sus ciudad y de Kalispell, ciudad vecina y cercana. Les preparó cosas ricas a los chicos y nos mimó durante unos cuantos días. ¡¡Gracias Mónica!!

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