lunes, 15 de abril de 2013

Joao Pessoa

Hoy, Lunes, amanecimos en las proximidades de Joao Pessoa y pasamos la mañana estudiando en la estación de servicio donde pasamos la noche. Por la tarde, después de almorzar, fuimos a conocer la ciudad ya en camino hacia Natal. Conocimos las playas del centro... muy amplias aunque con mucho olor "a mar". La ciudad es plana, sin los típicos asentamientos de los morros. A diferencia que en la vecina Recife, no hay carteles con advertencia de no nadar en las playas por la presencia de tiburones (a decir verdad, muy intimidantes para nosotros pero se ve que no mucho para los lugareños que inundaban la playa y el mar sin mucho drama...).
Días antes estuvimos en Recife, ciudad muy grande y moderna con edificios gigantes, hoteles y un gran shopping como no hemos visto en Buenos Aires... Según nos explicaron, la presencia d los tiburones se debe a un matadero cercano a la ciudad que vertía la sangre al mar. Los tiburones se empezaron a acercar a la costa atraídos por esta sangre y se "aquerenciaron" al lugar, aumentando los encuentros con los seres humanos... con sus consecuentes ataques a surfistas y bañistas de fondo.
Siendo ya casi una constante en el Brasil coexiste belleza e inmundicia... una cloaca a cielo abierto transcurre por medio de la ciudad inundando con olor fétido una buena parte de ella... una pena.







No hay comentarios:

Publicar un comentario